28 de diciembre de 2014

Fracasado.


Hoy es uno de estos días en los que no tengo ganas de más que de morirme. Cerrar los ojos y bum. Nada. Vacío.

A veces creo que estoy mal por vicio. No ha pasado nada que haya desencadenado esta sensación de opresión. Simplemente me sucede, generalmente en noches como esta. Las noches son siempre muy duras para mi. Más que cualquier otro momento del día. Siempre retraso todo lo que puedo el momento de irme a la cama, pero la oscuridad siempre viene a morderme el oído.

Duermo realmente poco. Y lo poco que duermo es siempre a saltos. Duermo media hora, y después me despierto, y tengo que volver a dormirme. Siempre estoy cansado, tengo sueño, pero a la hora de la verdad, no puedo dormirme.

En la cama, con los ojos abiertos, mirando el techo, siempre me asaltan los mismos pensamientos. Una película que muestra siempre los mismos hechos, mientras que una voz que me susurra 'Fracasado, fracasado...' hace de banda sonora.

Y es cierto que soy un fracasado, no puedo hacer más que darle la razón a esa maldita voz. Estoy atrapado en mi peso, en el sentido literal y en el sentido metafórico. Me carcome. Lo odio. Pero soy débil, y mientras que sea así de débil, no hay salida a la trampa. Estoy atrapado en el pasado, en esa cantidad de sucesos que han contribuido a formar la mierda que soy hoy. Estoy atrapado en el odio que siento hacia mi mismo. Atrapado. Atrapado. Estoy atrapado por mi propia vida, por absurdo que pueda sonar.

Y estoy increíblemente cansado. En días como hoy simplemente quiero hacerme ovillo y dejar de respirar. En días como este, quiero que la oscuridad me devore.

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