27 de diciembre de 2014

El alcohol y yo.


El alcohol y yo tenemos una relación peculiar. Es capaz de sacar cosas buenas en mi, me hace ser más abierto, más locuaz, más carismático; pero a la vez es capaz de sacar el veneno que llevo dentro. El alcohol es capaz de quebrar la membrana que separa mi mundo interno de mi mundo externo.

El otro día estaba con unos amigos, y bromeaban sobre que en la siguiente fiesta le dijeran a la mañana siguiente a alguien que se había liado con otra persona, a ver si picaba o no. Todos se giraron hacia mi, y en ese momento me dí cuenta de que soy el alcohólico del grupo.

Es cierto que suelo ser al que le cuesta más frenar de beber, y eso sumado a que generalmente tengo el estómago vacío, causa estragos. Ahora cuando sé que voy a beber intento comer antes, y me controlo mejor, así que hace tiempo que no hay catástrofe. Pero aún así ya tengo la fama ganada.

Hace dos años arruiné el cumpleaños de mi mejor amiga. Aún no tengo muy claro que pasó esa noche, tengo solamente fragmentos inconexos, y algunas cosas que me contaron al día siguiente. Tampoco pregunté mucho, por que la verdad es que no me hace falta. Me acuerdo de haber tenido un día especialmente jodido. Me acuerdo de que no comí absolutamente nada ese día, y de que bebí más de la cuenta. Me acuerdo de mi llorando en unas escaleras (Imaginaros como iba que yo nunca jamás lloro). Me acuerdo de estar tumbado con mi mejor amiga, después de haber estado potando un rato. Me acuerdo de que cuando estaba con mi amiga tumbado, le hablé de mi tca. Fue la primera persona a la que le contaba esto. Me acuerdo que le conté más cosas, que si ganas de morirme o cualquier cosa de esas. No lo tengo muy claro, solo sé que a partir de ese momento jodí la mejor relación (Y tal vez la más verdadera) que he tenido nunca con nadie. Nada fue igual a partir de ese momento.

A finales de verano me emborraché a base de chupitos de tequila en una fiesta. De este día si tengo las cosas claras. O al menos eso creo. No sé con cuantas personas me lié, solo sé que de pronto gritaba 'ROOOOOONDA DE TEQUILA' y me metía otro chupito en el cuerpo. Después recuerdo que poté un rato en el baño, y ratos después me fui a dormir un rato a la habitación de la amiga que había montado la fiesta. Recuerdo que de pronto estaba con mi mejor amigo allí, y que estuvimos un rato hablando. Creo que nunca hablamos tanto. El alcohol me suelta la lengua. Solo sé que rato después nos estábamos liando. Y después de liarnos, hablábamos, y después volvía a tener su lengua en mi boca. Allí le hablé de mi tca. No sé como salió el tema, pero finalmente se lo conté. Finalmente decidimos hacer como 'Aquella noche nunca existió', y no volvimos a hablar de nada de lo que hablamos allí, ni de lo que hicimos.

Desde entonces intento manejarme con el alcohol, por que aunque en la mayoría de las ocasiones saca mi yo elocuente y desvergonzado, hay otras que saca una faceta que no me gusta. Además, el alcohol tiene muchísimas calorías quitemos hierro al asunto.

4 comentarios:

  1. Es terrible darse cuenta que acabaste siendo el/la ebrio/a del grupo.
    La cantidad de veces que me humille e hice estupideces por tomar y encima con el estómago vacio, son innumerables. Me odio mucho por eso porque me di cuenta de que no divertía a nadie, solo se reían de mi por ebria principiante jaja.
    Saludos :)

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    1. Lo bueno de esto es que lo hemos pillado justo a tiempo y hemos podido cortar el problema de raíz. Yo por lo menos ya no soy (o intento no serlo) el ebrio del grupo, y estoy seguro de que tú tampoco, así que un problema menos :)

      ¡Nos vemos!

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  2. Haces bien en intentar controlarlo. Te digo por experiencia que siempre habrá alguien ahí para echártelo en cara.
    Pero no puedo evitarlo: ¿cómo soportar el día a día sin una vía de escape? Me encanta la sensación de salir con el estómago vacío y dejarme llevar. Al día siguiente noto mi cuerpo súper ligero y destrozado. Una liberación.

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    1. Estas cosas si no las controlas te arruinan la vida. Lo mejor es mantener el autocontrol, por que de este modo, no podrán echarte nada en cara.

      No soy quien para cuestionar el estilo de vida de otra persona, pero creo que debería buscar otra vía de escape. Hay cientos de actividades liberadoras, solo es cuestión de dedicarte tiempo y encontrarla.

      ¡Abrazos!

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